el equilibrio es imposible

de pequeño tenía esa cosa en la cabeza. que todo tenía que ser igual para cada lado. lo que hacía una mano, lo tenía que hacer la otra. lo que hacía un brazo lo tenía que hacer el otro brazo. lo que hacía un pie tenía que hacerlo el otro pie.

por eso, cuando subía unas escaleras por ejemplo, trataba que exista un equilibro entre los pies. ambos debían subir la misma cantidad de escalones. así sea la escalera de mi casa, la de un edificio, o la entrada a un lugar. por eso me complicaba la vida cuando los escalones eran impares. tratando de regresar de la misma forma.

si golpeaba una cosa con una mano, debía utilizar la otra mano. si golpeaba un mueble con un pie. debía golpearlo con el otro pie. si pisaba una línea en la vereda, debía hacerlo también con el otro pie. medio neurótico. pero pensaba que el desgaste en ambos lados debía ser igual. que palteado.

una de las tantas ideas que tenía de chibolo. no cuento todas porque te burlarías demasiado.

quizás aún tenga en la cabeza lo del equilibrio de las extremidades. o quizás aún tenga en la cabeza que la comida que comes se vuelve a formar en tu estómago.

yo que sé.

Leuzemia - Un Lugar