taqueamos?
Llegué golpe de las 3 de la mañana, y me senté en una de las tantas mesas vacías que había en el local. Me parecía conocido, en algún momento de ebriedad había caminado las 10 cuadras que lo separaban de los antros miraflorinos buscando una combi que vaya por mi casa y el olor hizo que entre. Pero no había comido.
Por recomendación ordenamos la de chorizo (sin alusiones por favor) que supuestamente era la más cara. Después de unos minutos se plantó frente a mí el plato lleno de grasa y calorías. Una mezcla de chorizo, queso, palta y tortilla conformaban el híbrido. Harto ají y otras salsas como Dios manda.
Puta madre, la huevada taba rica... felizmente el estómago no se resintió (tanto)
No me digas beaner, Mr. Puñetero.
Te sacaré un susto por racista y culero.
No me llames frijolero,
Pinche gringo puñetero. (Chingao’)
2 comentarios:
Esas cenas para rematar una fiesta... saben a gloria y sientan mejor...
un pan rico...
es mas rico ...
en la madrugada y..
con alkohol en las venas...
ja!
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