Av. Wilson

Como todo joven universitario, Wilson era mi proveedor de programas y juegos. Además de no contar con una buena conexión a internet en casa, mi tiempo libre y ociosidad me permitían jugar en la computadora en vez de hacer trabajos o estudiar.

Un día quedé en ir a comprar juegos con un par de amigos. Nos encontramos en la universidad luego de salir de clases y tomamos un taxi hacia el paraiso de la piratería informática. Luego de llegar y darle una mirada a la calle, entramos a una de las galerías, cuyo nombre no recuerdo.

Nos aventuramos a ir al sótano, sabiendo que en dicho lugar era donde se encontraba buenos juegos. Tras ubicar un puesto, empezó la búsqueda de títulos interesantes en los catálagos que han hecho estos locales. Después de la clásica pasada y repasada por los títulos diversos, ya cada uno tenía en mente que juegos eran de su interés. En la tienda atendía un señor con una chica de unos 20 años, no parecían parientes.

No recuerdo que juegos compré (bueno recuerdo que compré Fifa 200x), pero mientras revisábamos las cajas de los discos entregados, vi como el brazo de la chica que atendía se aproximaba hacia mi cabeza. Su mano se detuvo en mi cabello y empezó a jugar con mis rulos.

Me quedé frío. No sabía que hacer. Miré las caras de mis amigos quienes tenían una expresión de asombro y de no poder aguantar la risa. Giré los ojos hacia la chica y escuché el clásico "ay, que lindo tu pelo".

Probablemente sólo jugó con mi cabello unos 5 ó 10 segundos. Sin embargo me pareció una eternidad. Cuando retiró la mano yo estaba rojo como un tomate y las risas de mis amigos ya se habían desatado.

Pagamos y nos retiramos. Yo seguía helado. Aún no reaccionaba. Wilson nunca volvió a ser lo mismo después de eso.

That blue-eyed girl she said no more
And that blue-eyed girl became blue-eyed whore
Down by the water I took her hand
Just like my daughter
See her again
PJ Harvey - Down by the Water