subir o bajar
el mundo las detesta.
las ven con asco. como si su sola presencia significara algo malo. como si de antemano hicieran daño. como si fueran la última opción.
prefieren tomar otros caminos. más cómodos. menos complicados. que requieran menos esfuerzo, quizás solo apretar un botón, peor que alguien lo haga por tí.
a mí, me encantan. me gusta por su versatilidad. te permiten subir y bajar. y además se ven bien, me gusta como pueden separar espacios, disminuirlos o alterarlos totalmente. y hay de distintos tipos. con peldaños grandes, con peldaños pequeños. de madera. de cemento. de metal. las hay normales. las hay eléctricas.
conforme han avanzado los años, han tratado de eliminar el esfuerzo que se requiere para subirlas. proque para bajarlas no se requiere tanto esfuerzo. pero primero las hicieron eléctricas (o mecánicas) y salieron los ascensores. apretar botoncitos o botonzotes en vez de cogerte de la baranda. así sea para subir un piso, la gente prefiere los ascensores o las escaleras eléctricas.
las odian. las detestan.
yo no podría detestarlas, porque debajo de ellas jugaba de chibolo en el edificio de mi abuela. porque cuando estaba en el cole ahí guardaba el trago en las chupetas. porque desarrollé una habilidad única para subirlas en estado de ebriedad en la universidad.
porque en la planta están por todos lados. porque me gustan.
Nada Surf - L'Aventurier (cover de Indochine)