toga y birrete (si es que se escribe así)

Maldita tradicón. En serio lo digo, maldita tradición. Peor aún hoy que al gringo se le ocurrió salir y calentar la tarde, justo el día en que iba a estar parado hecho un huevón afuera del polideportivo de la católica. Justo ese bendito día sale el sol. Y yo, con mi terno azul obscuro y la camisa blanca (dizque así la pedían)

Y es que hoy tenía que salir el sol. No podía ser ni ayer mi mañana, tan solo hoy. Preciso para hacer que me muera de calor justo antes de la foto, justo antes de la bendita y terriblemente aburrida ceremonia de graduación.

Peor aún, esa maldita toga. ¿Por qué? y respito nuevamente ¡¿por qué?! por qué insistir con la toga?? no se dan cuenta que es incómoda, fea, aburrida, monótona y sobre todo que molesta de sobremanera cuando uno quiere ir al baño. Peor aún, no puedo seguir con mi costumbre de meter las manos a los bolsillos como símbolo de desgano porque... oh sorpresa! la toga no tiene bolsillos!

Así que estoy ahí, golpe de 9 de la noche caminando frente al mentado coliseo en búsqueda de los padres y abuelos cubiertos de baba y las hermanas incrédulas que aún no entienden como terminé la carrera (tan) rápido. Foto por aquí... no hay, se acabó la batería de la cámara, así que busca con quien tomarte foto.

La toga sigue pesando, sigue incomodando y lo único bueno del birrete fue tirarlo al aire como una especie de liberación (en vez de tradición) Hoy por fín me trataron de explicar la tradiciòn de la toga, pero saben... NO ME IMPORTA, es insoportable llevarla, es ridícula llevarla y sobre todo me paresco a Harry Potter sin escoba y pelo ondulado en ella.

Pero hey... me gradué

y ahora veo con tranquilidad
ya no temo a ser lo q significa amar
y ahora siento la necesidad
de volar de aqui y no verte nunca más